Escuela de Padres del Santa Teresa de Jesús.

Sitio diseñado especialmente para los padres y tutores del Instituto de Recuperación Humana Santa Teresa de Jesús. Nuestro objetivo es la formación de nuestro padres con relación a la educación de sus hijos enfocando temas de interés en: Psicología, psicopedagogía, Educación, Moral, Cívica, Relaciones Humanas, Formación Humana Integral y Religiosa y Educación en el Hogar.

viernes, septiembre 29, 2006

La Disciplina comienza en el Hogar


El manejo de la disciplina en el hogar durante las etapas tempranas de la vida constituye un factor importante en el desarrollo de adultos capaces de asumir y respetar los límites y normas que a lo largo de su vida tenga que cumplir, y además le permitirá adaptarse funcionalmente a la realidad y a cada una de las situaciones a las que tenga que enfrentarse y ser justo en las acciones que realice. En principio lo fundamental al hablar de disciplina, es tomar en cuenta que su significado no debe usarse como sinónimo de reprimenda, castigo, gritos, maltratos... sino como un proceso a través del cual se enseña a los seres humanos a respetar... a entender las consecuencias de los actos... a dar y a recibir... y, por supuesto a adaptarse a una realidad que impone ciertos límites. Recuerden que ningún comportamiento de su hijo merece el maltrato, ni físico, ni verbal, conversen con sus hijos y explíquenle brevemente el porqué de las cosas que puede y no puede hacer... tomando en cuenta por supuesto la edad del niño y su nivel comprensivo. Así aprenderá a resolver sus problemas dialogando y llegando a un acuerdo. La violencia solo trae más violencia y la percepción de que ésta es la mejor e incluso la única manera de solucionar los problemas; además con ella se pierde el respeto hacia los padres y se genera el miedo como sentimiento prevaleciente en la relación. Para llevar a cabo un método disciplinario hay que tomar en cuenta además, que es fundamental que ambos padres o representantes de cada niño estén de acuerdo con las normas a señalar y la forma de hacerlo, para que no existan confusiones y el niño no perciba incongruencias entre los límites que coloca un padre con respecto al otro; evitando así que se establezcan alianzas inadecuadas. Dentro de este punto es importante considerar que si en algún momento alguno de los padres no está de acuerdo con el otro en relación al manejo de la disciplina en el hogar, deberán conversarlo de manera íntima, sin desautorizarse delante del niño, ni involucrarlo en alguna discusión que surja de esta situación. En el desarrollo de este proceso disciplinario se verán en la necesidad de señalar muchas veces lo que el niño no puede hacer, por lo que él tenderá a percibir que vive en medio de muchos "NO": "No puedes hacer eso", "No toques aquello" ... y se sentirá limitado. Por esto es necesario tomar en cuenta que los niños como parte de su naturaleza tendrán curiosidad y necesidad de moverse libremente y, es importante comprender que ellos requieren de un espacio donde puedan jugar... para estar solos o para compartir con otros niños... un espacio donde puedan tener libertad de movimiento y de explorar su ambiente, para que puedan reconocer cuáles son las acciones que sí puede hacer y dónde. Cuando su hijo se encuentre abordando al año y medio de vida aproximadamente, seguramente tendrán que desarrollar aún más la paciencia para poder guiar su actuación sin desesperarse, puesto que ya para esta edad ha adquirido la autonomía necesaria para observar, tocar, sentir... por sí solo todo lo que le rodea; por lo que es recomendable hacer algunas adaptaciones al ambiente para prevenir accidentes, como por ejemplo: tapar los tomacorrientes, evitar el acceso a la cocina a través de alguna especie de rejilla, sacar de su alcance objetos que puedan ser peligrosos, entre otras medidas. Cuando su hijo se encuentre realizando alguna acción que considere negativa, explíquele brevemente las consecuencias de lo que está haciendo y el porqué debe dejar de hacerlo, como se mencionó previamente, aunque sienta que es repetitiva, y luego distraiga su atención mostrándole otra actividad que sí puede hacer y, refuerce positivamente, con expresiones afectivas cada esfuerzo que realice el niño por apegarse a las normas. Del mismo modo, los niños necesitan actividades, además de las escolares, que les permitan invertir su tiempo y desarrollarse en otras áreas: culturales, deportivas, sociales, artísticas..., según sus intereses y habilidades, ya que por lo general ellos tenderán a ocupar parte de su tiempo libre en otras cosas que los entretengan, y muchas de estas acciones pueden parecer "travesuras". Es recomendable entonces que sus hijos puedan ingresar a algún tipo de estas actividades donde puedan explorar su ambiente con libertad y desarrollar sus potencialidades. Asimismo es sumamente importante que tengan un espacio de tiempo para compartir con sus padres, para conversar o jugar con ellos, no importa la cantidad de ese tiempo, sino la calidad de ese momento que decidan estar juntos.

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